Breve paréntesis. Desconexión, a ratos, también del WhatsApp. Porque tengo que poner "tus propias normas y límites". A veces, me siento como la "oficina de resolución de problemas" de parte de mi red social. ¡Y yo, obvio, también tengo lo mío! Tras 4 días tostándome al sol, muy cerca de Barcelona, la necesidad de levantar el pie del acelerador vuelve a la carga. Mientras, mañana vuelvo a un AVE que me transporta a una semana atípica de vacaciones. Ayer, por cierto, volví a ese barrio vecino, a una finca sin ascensor, a un recibimiento en boxer y camiseta, con esa misma fragancia, que aunque no sé cuál es, me recordó a ti... Hoy, hago un acompañamiento al aeropuerto. ¡Los detesto! De hecho, los he evitado este verano. En ese mosaico de vidas cruzadas, también puedes conocer a alguien. ¡Y sin coger vuelo alguno! Espero comenzar agosto descubriendo, y a la vuelta me espera esa jornada de 30 horas, pero también proyectos más emocionantes como Coaching o París.