Ir al contenido principal

Releer para teclear...

Releo el post anterior para teclear éste. Y es que mi vida de reality televisivo, como dice Sandra, da para mucho. Tras ver Lion, y continuar reafirmando mi NO a la paternidad, dormí en 4 camas en una semana. ¡Y no hay que llevarse las manos a la cabeza! Pasé el 15 de agosto alejado de Barcelona modo "chalet con varias plantas y piscina". Y nada que decir de lo ocurrido a escasos metros de mi casa, lugar que cruzo cada día para coger el metro, Rambla que tengo integrada en ese turista en el que me convierto, de tanto en tanto, tras 7 años en una ciudad sinónimo de libertad. Por cierto, eso sí, pensaré volver a asistir a una manifa. No se debe mezclar el agua con el aceite, y aquí siempre se hace. Noches memorables, como la de ayer. De momento "top chef", a pasear casi en pijama para respirar aire puro, taza con salchichas frankfurt en mano. Picos de adolescencia tardía. Reencuentros nocturnos, también. Planes "aquí y ahora". Cambiar playa por hindú. Rajar de Trabajo Social. Pinitos, lentos, como Coach. Y Zaragoza, claro. En el AVE, que es para mí como el metro. Reencuentros allá, también. Y, por una vez, sin ambivalencia. Vuelta a la terapia, con preguntas sin medias tintas. "¿Hay algo que te haga no plantearte nada más"? No, al contrario. Soy yo al 90%. ¿Y qué más cosas? Pues ya iré vomitando por aquí. De momento, me quedo con una frase del Diario de Martín Lobo, "el mercado laboral es como un paracaídas desde las faldas del infierno". 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Samiramis

Se llama Samiramis y lee las cartas en un bar de la calle de Ávila, cerca de las calles de prostitución del zaragozano barrio de Salamanca. El local, cutre, intenta reflejar un aire sirio que no va más allá de los dulces colocados en una vitrina, y de una pegatina con el nombre del país, cuyas letras están pintadas con los colores de la bandera. Es sábado por la mañana y la futuróloga tiene poca clientela. Mientras se espera, se pide en la barra algo para tomar, y se coge la vez. “La última es esa señora”, dice la camarera, muy maquillada, con jersey de cuello alto y foulard con estampado de leopardo, y gorro de lana en la cabeza. Samiramis es muy conocida en la ciudad, y frente a ella, y gracias al boca a boca, se sienta un público variopinto que ansía saber qué va a ocurrir en sus vidas. Pasados unos minutos, una amiga y yo estamos ya frente a la silla de la adivinadora. Por cierto, a punto de irnos. Son los nervios del momento. Observamos un cartel que prohíbe comer chicle, y otro q

Cuando cuesta volver...

Sueño, suspiro, abrir y cerrar de ojos. 21 días intensos. Sensación de no haber ocurrido. Sin tiempo para digerir. Aterrizaje forzoso en la vorágine. Despedidas. Darse cuenta de la importancia del "aquí y ahora". Volver a "todo sigue igual" sin que tú seas el mismo. Querer marchar. Intentar mantener el espíritu "thai" un tiempo. Cuando cuesta volver...

Pinochos de la vida

Aquella marioneta de madera que acabó convirtiéndose en niño es Pinocho. Un personaje de la literatura infantil al que por mentir le crecía la nariz. ¿Y qué se les debería agrandar a aquellos adultos que no dicen la verdad? Por lo general, son personas con baja autoestima que se crean una mejor imagen de sí mismos para obtener la aceptación del resto. Y es más frecuente en hombres. Obviamente, se trata de mentirosos compulsivos. Artistas en mezclar mentira y verdad, de jugar al despiste, de saltar con habilidad de un tema a otro, de hacer pensar que es cierto aquello que argumentan y de enganchar...porque lo misterioso, o lo tóxico, atrapa. Así que, según me han contado, puedes conocer a alguien que dice llamarse Ángel pero a ti te consta que Miguel, que dice trabajar en un cuerpo policial pero resulta que es peluquero autónomo, que dice tener una carrera universitaria pero comete más faltas ortográficas que el más tonto de la clase (y no es excusa el lenguaje sms ), que dice habe