Publicaron ayer un estudio que cifraba en el 20% la población que vive sola en España. Cada cual con sus circunstancias. Yo pasé de 0 a 100, de blanco a negro, de acompañado a solitario. De vivir con mis padres en Zaragoza a vivir solo en Barcelona. Como todo, tiene sus pros y sus contras. Pero, a veces, echas de menos la experiencia de compartir piso. Yo sé al tipo de relación que me refiero. ¡Nunca una convivencia tóxica jugando a las casitas! He dicho... Y reconduzco el post; compartir cómo ha ido el día, hacer la compra y no venir tú solo cargado como una mula, bajar acompañado a la tediosa reunión de la comunidad, que otro sepa arreglar el raíl de la puerta corredera del armario o que te hagan el tupper. Ahora bien, todo conlleva un proceso de adaptación. Y la convivencia no es fácil. ¡Hacer lo que quiero con mi pelo, también mola!
Se llama Samiramis y lee las cartas en un bar de la calle de Ávila, cerca de las calles de prostitución del zaragozano barrio de Salamanca. El local, cutre, intenta reflejar un aire sirio que no va más allá de los dulces colocados en una vitrina, y de una pegatina con el nombre del país, cuyas letras están pintadas con los colores de la bandera. Es sábado por la mañana y la futuróloga tiene poca clientela. Mientras se espera, se pide en la barra algo para tomar, y se coge la vez. “La última es esa señora”, dice la camarera, muy maquillada, con jersey de cuello alto y foulard con estampado de leopardo, y gorro de lana en la cabeza. Samiramis es muy conocida en la ciudad, y frente a ella, y gracias al boca a boca, se sienta un público variopinto que ansía saber qué va a ocurrir en sus vidas. Pasados unos minutos, una amiga y yo estamos ya frente a la silla de la adivinadora. Por cierto, a punto de irnos. Son los nervios del momento. Observamos un cartel que prohíbe comer chicle, y otro q
Un 20% me parece mucho, si miro a mi alrededor (en españa) practicamente todas mis amigas viven con sus padres o con sus maridos...
ResponderEliminarLo de vivir solo, En Glasgow me gustaba compartir piso por eso de que llegas a casa y hay alguien con quien hablar. Por Veda, en Utrecht no puedo compartir piso, y ahora me he acostumbrado y me gusta...pero claro, cuando vuelvo a casa no estoy sóla, está la perra :)