
Un puente es la excusa perfecta para desconectar. De todo y de todos. Para tomar aire, y volver con energías renovadas. Un estado que, aunque puede no durar mucho tiempo, es un beneficio para nuestra salud mental. Porque el cansancio psicológico es peor que el físico. Más difícil de detectar y más lento en su desaparición. Tras tres meses de subidas y bajadas, de una montaña rusa cuya palanca tú no accionas, decides, tienes ese lujo, que paras durante unos días. Que descarrilas para volver a una vía con curvas, sabiendo que es complicado encontrar el sitio, el trayecto anhelado en lo poco que queda de año. Pero tienes que hacer una cura positiva, y rescatar lo mejor ocurrido hasta ahora, poniendo de tu parte para que, a la vuelta, haya algo por lo que seguir luchando. Aunque esperas, que haya una reciprocidad venida de alguien, y una recompensa a lo que consideras un esfuerzo llevado a cabo últimamente. Un giro que, si bien no lo trae diciembre, esperemos venga acompañado de 2011. ¡Feliz desconexión en positivo!
ufff como te entiedo primo...
ResponderEliminar