Y ya pasaron los 6 primeros meses del 2016. Tiempo diluido. Porque ocupar el tiempo, sin tener claro el para qué (después lo he sabido) tuvo el efecto contrario. Por tanto, menos es más. Y me preguntan, ¿por qué necesitas hacer tantas cosas? Y llega el verano. Y con él, la semicrisis porque, tal vez, esté comenzando "una nueva forma de afrontar la vida". Mientras, en mi primer día playero, fotografío en una calle de Masnou la siguiente frase; "canto por las ganas de empezar un cambio". ¡Pues habrá que cantar! En coaching, se acompaña en un proceso de cambio partiendo de la premisa que la persona está bien, pero quiere mejorar. ¡Habrá que empezar a poner en práctica la teoría! Mientras, vuelvo a Instagram y me quedo con otra frase que leí ayer; "la belleza que atrae rara vez coincide con la belleza que enamora". Y yo, al que en otro tiempo decían superficial, la suscribo. Esa belleza que enamora va más allá de un físico, de una explicación racional, de un capricho pasajero... Y mañana lunes, lunes de negociar que, tras la vuelta de vacaciones, mis semanas laborales tienen que acortarse un día. ¡Bona nit!
Se llama Samiramis y lee las cartas en un bar de la calle de Ávila, cerca de las calles de prostitución del zaragozano barrio de Salamanca. El local, cutre, intenta reflejar un aire sirio que no va más allá de los dulces colocados en una vitrina, y de una pegatina con el nombre del país, cuyas letras están pintadas con los colores de la bandera. Es sábado por la mañana y la futuróloga tiene poca clientela. Mientras se espera, se pide en la barra algo para tomar, y se coge la vez. “La última es esa señora”, dice la camarera, muy maquillada, con jersey de cuello alto y foulard con estampado de leopardo, y gorro de lana en la cabeza. Samiramis es muy conocida en la ciudad, y frente a ella, y gracias al boca a boca, se sienta un público variopinto que ansía saber qué va a ocurrir en sus vidas. Pasados unos minutos, una amiga y yo estamos ya frente a la silla de la adivinadora. Por cierto, a punto de irnos. Son los nervios del momento. Observamos un cartel que prohíbe comer chicle, y otro q
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