Coincidiendo con el día, y la semana, del Orgullo Gay, y por primera vez en la historia de la revista, Jesús Vázquez posa para Interviú. Después de que la noticia de su desnudo fotográfico colapsara las redacciones, el resultado no ha cubierto las expectativas previstas. Caracterizado como diversos héroes de película, el presentador deja ver su torso musculado y poco más. Emulando a Tarzán, cubre su pene con un taparrabos, y en una foto a dos páginas, se desnuda al completo pero sólo insinúa. No se deja ver ni por delante, ni por detrás. Al conductor de Supervivientes, ya lo habíamos visto así en su época de modelo, en robados playeros junto a su marido, y en posados para otras publicaciones. De no ser porque los 50.000 euros, que parece que le han pagado, los destinará a ACNUR, decepcionaría. Y desnudo, como puede comprobarse, tras ojear la revista, sólo de cintura para arriba.
Se llama Samiramis y lee las cartas en un bar de la calle de Ávila, cerca de las calles de prostitución del zaragozano barrio de Salamanca. El local, cutre, intenta reflejar un aire sirio que no va más allá de los dulces colocados en una vitrina, y de una pegatina con el nombre del país, cuyas letras están pintadas con los colores de la bandera. Es sábado por la mañana y la futuróloga tiene poca clientela. Mientras se espera, se pide en la barra algo para tomar, y se coge la vez. “La última es esa señora”, dice la camarera, muy maquillada, con jersey de cuello alto y foulard con estampado de leopardo, y gorro de lana en la cabeza. Samiramis es muy conocida en la ciudad, y frente a ella, y gracias al boca a boca, se sienta un público variopinto que ansía saber qué va a ocurrir en sus vidas. Pasados unos minutos, una amiga y yo estamos ya frente a la silla de la adivinadora. Por cierto, a punto de irnos. Son los nervios del momento. Observamos un cartel que prohíbe comer chicle, y otro q
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