Hace un mes que no actualizo este blog. Cuatro semanas caóticas, en las que, a veces, se aleja el sueño de ser periodista. Por eso el título de esta bitácora: "Algún día...". De vez en cuando, no sabes lo que quieres. Pero tampoco lo que no quieres, y es ahí donde viene el problema. Otras, cuesta priorizar. Y es que no siempre dos proyectos, pueden estar al mismo nivel. No se les puede dedicar el mismo tiempo, ni la misma energía. Más aún si hay cosas que no dependen de uno mismo, y que hacen que todo se líe un poco más... Pero ahí sigo, aunque tenga claro mi objetivo más inmediato...
Se llama Samiramis y lee las cartas en un bar de la calle de Ávila, cerca de las calles de prostitución del zaragozano barrio de Salamanca. El local, cutre, intenta reflejar un aire sirio que no va más allá de los dulces colocados en una vitrina, y de una pegatina con el nombre del país, cuyas letras están pintadas con los colores de la bandera. Es sábado por la mañana y la futuróloga tiene poca clientela. Mientras se espera, se pide en la barra algo para tomar, y se coge la vez. “La última es esa señora”, dice la camarera, muy maquillada, con jersey de cuello alto y foulard con estampado de leopardo, y gorro de lana en la cabeza. Samiramis es muy conocida en la ciudad, y frente a ella, y gracias al boca a boca, se sienta un público variopinto que ansía saber qué va a ocurrir en sus vidas. Pasados unos minutos, una amiga y yo estamos ya frente a la silla de la adivinadora. Por cierto, a punto de irnos. Son los nervios del momento. Observamos un cartel que prohíbe comer chicle, y otro q
Comentarios
Publicar un comentario