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No escribo sobre ex...

Dije en el último post que escribiría sobre ex, pero no me da la gana. Ya redacté sobre una excedencia, para después leer ese texto en la consulta de mi terapeuta. Y no lo he publicado en el blog. Mi vida secreta, sólo la comparto con ella. Con quien, desde el otro lado de la mesa, escribía con tinta rosa. Hoy, releo lo escrito hace dos años. "Hoy me espera un día intenso. He comenzado acompañando a Montse a la comisaría de los Mossos d'Esquadra", "Fran ya lo sabe y yo sé que sigue hacia adelante. Hoy hace un mes que nos conocemos. Un período de prueba. De poner a prueba una historia que fluye desde aquel encuentro en la boca de metro. Una tregua en un año complicado de definir", "Y el día, continuará; sesión con Irene, mi psicóloga, después de varias semanas sin vernos. Hoy será diferente. Lo último que le conté es que me iba a Rosas con un chico al que no hacía ni dos semanas que conocía...", "Y como siempre dormiremos juntos. Me gusta sentir que sus brazos me protegen. Me gusta despertarme con él a su lado...", "Y mañana llega mi madre a Barcelona". ¡Desde luego que iba a ser intenso! Tecleo desde Barcelona, alejado de las fiestas del Pilar. Tres años de ausencia. Zaragoza cuesta, yo sé lo que me digo. Y este septiembre, no pasó indiferente. A lo ya sabido; vuelta laboral, visita de Mariajo y Vero, un diagnóstico complicado de encajar, posado con Fran desde el Turó de la Rovira y taquillero en evento solidario, se unió la visita dublinesa y fiesta sorpresa a Sandra. Tambíén sexo reciclado y apuntes de inglés que saco del armario. Ya en octubre, lo sé. Recolándome a nivel laboral o, al menos, intentándolo. Inscrito a una conferencia sobre coaching. Viendo a un monstruo en Sant Feliu. Y leyendo a Grande - Marlaska que dice "que el pasado no te frene, que el miedo al futuro no te paralice". Próxima escapada, Puigcerdà. 

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