"Fracasa rápido" fue el mensaje que extraí ayer en unas jornadas que organizaba una universidad privada en Barcelona. Porque lo que fracasan son los proyectos, no nosotros. Cosas que no salen como uno espera, y que pueden abarcar el ámbito profesional o personal. Por eso, si algo no fluye, algo que no sólo depende de nosotros, como en las entrevistas, lo mejor es decir "lo dejamos aquí". Es el momento de demostrarse a uno mismo su capacidad de elegancia interior. Saber cortar a tiempo, y tener algo de psicología para saber hasta dónde puede llegar algo. No tirar de un hilo que otros ya han cortado. Porque ya no queremos amores de papel, que como dice la canción, tienden a desaparecer, y tal como vienen se van. Porque hay algunos que siempre tienen la última palabra y pasas por su vida como las modas. ¿Habrá alguien que no olvide un cumpleaños?
Se llama Samiramis y lee las cartas en un bar de la calle de Ávila, cerca de las calles de prostitución del zaragozano barrio de Salamanca. El local, cutre, intenta reflejar un aire sirio que no va más allá de los dulces colocados en una vitrina, y de una pegatina con el nombre del país, cuyas letras están pintadas con los colores de la bandera. Es sábado por la mañana y la futuróloga tiene poca clientela. Mientras se espera, se pide en la barra algo para tomar, y se coge la vez. “La última es esa señora”, dice la camarera, muy maquillada, con jersey de cuello alto y foulard con estampado de leopardo, y gorro de lana en la cabeza. Samiramis es muy conocida en la ciudad, y frente a ella, y gracias al boca a boca, se sienta un público variopinto que ansía saber qué va a ocurrir en sus vidas. Pasados unos minutos, una amiga y yo estamos ya frente a la silla de la adivinadora. Por cierto, a punto de irnos. Son los nervios del momento. Observamos un cartel que prohíbe comer chicle, y otro q
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