Ir al contenido principal

¡Yo también quiero un año sabático!

Se me acaba de caer el ojo con lo que he leído en el Estatuto de la Universidad de Zaragoza. ¡Yo también quiero un año sabático!

Art. 155. Años sabáticos
1. El Consejo de Gobierno podrá conceder al personal
docente e investigador perteneciente a los cuerpos docentes
universitarios o con contrato indefinido años sabáticos, de
acuerdo con las normas que fije a tal efecto.

2. En todo caso, para la obtención de este beneficio será
preceptiva la presentación del proyecto de las actividades
que se tiene previsto realizar durante el período sabático, así
como el compromiso de presentación de una memoria de las
actividades realizadas.

3. Durante los años sabáticos el profesor disfrutará de
las retribuciones que autoricen las disposiciones vigentes.

4. La Universidad velará para que las posibilidades de
disfrutar año sabático sean similares para todos los profesores,
con independencia de los centros o departamentos en los
que desarrollen su actividad profesional.

De mayor quiero ser... profesor universitario. Y tengo una idea, ¡dejaré a mis alumnos los apuntes de la asignatura, extraídos de una Web cualquiera de Internet! En Periodismo, está pasando.

Comentarios

  1. sí! yo también quiero un año sabático y ser una profesora tan sacrificada como pueden ser la de historia o los de géneros

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Samiramis

Se llama Samiramis y lee las cartas en un bar de la calle de Ávila, cerca de las calles de prostitución del zaragozano barrio de Salamanca. El local, cutre, intenta reflejar un aire sirio que no va más allá de los dulces colocados en una vitrina, y de una pegatina con el nombre del país, cuyas letras están pintadas con los colores de la bandera. Es sábado por la mañana y la futuróloga tiene poca clientela. Mientras se espera, se pide en la barra algo para tomar, y se coge la vez. “La última es esa señora”, dice la camarera, muy maquillada, con jersey de cuello alto y foulard con estampado de leopardo, y gorro de lana en la cabeza. Samiramis es muy conocida en la ciudad, y frente a ella, y gracias al boca a boca, se sienta un público variopinto que ansía saber qué va a ocurrir en sus vidas. Pasados unos minutos, una amiga y yo estamos ya frente a la silla de la adivinadora. Por cierto, a punto de irnos. Son los nervios del momento. Observamos un cartel que prohíbe comer chicle, y otro q

Cuando cuesta volver...

Sueño, suspiro, abrir y cerrar de ojos. 21 días intensos. Sensación de no haber ocurrido. Sin tiempo para digerir. Aterrizaje forzoso en la vorágine. Despedidas. Darse cuenta de la importancia del "aquí y ahora". Volver a "todo sigue igual" sin que tú seas el mismo. Querer marchar. Intentar mantener el espíritu "thai" un tiempo. Cuando cuesta volver...