A las 23:34 horas del viernes, 18 de diciembre, 6.532.000 espectadores estaban pendientes de la reaparición en "Sálvame Deluxe", de Belén Esteban. El tirón de la "princesa de San Blas", es más que evidente. La expectación, esta vez, era por el resultado de la operación de cirugía estética a la que se sometió en Barcelona, y que le ha proporcionado un "nuevo" rostro.
Se llama Samiramis y lee las cartas en un bar de la calle de Ávila, cerca de las calles de prostitución del zaragozano barrio de Salamanca. El local, cutre, intenta reflejar un aire sirio que no va más allá de los dulces colocados en una vitrina, y de una pegatina con el nombre del país, cuyas letras están pintadas con los colores de la bandera. Es sábado por la mañana y la futuróloga tiene poca clientela. Mientras se espera, se pide en la barra algo para tomar, y se coge la vez. “La última es esa señora”, dice la camarera, muy maquillada, con jersey de cuello alto y foulard con estampado de leopardo, y gorro de lana en la cabeza. Samiramis es muy conocida en la ciudad, y frente a ella, y gracias al boca a boca, se sienta un público variopinto que ansía saber qué va a ocurrir en sus vidas. Pasados unos minutos, una amiga y yo estamos ya frente a la silla de la adivinadora. Por cierto, a punto de irnos. Son los nervios del momento. Observamos un cartel que prohíbe comer chicle, y otro q
pues yo la veo como siempre...demacrada
ResponderEliminarQué país más triste... 6 millones de personas que no tenían nada mejor que hacer que ver a una analfabeta a la que por desgracia la cirugía estética no la ha arreglado demasiado y seguro que además le salió carísimo :S
ResponderEliminarY ya que trabaje como periodista... ¡uf!... me parece un ´´crimen´´. Un saludo mañico.