Barcelona se manifiesta a favor de los refugiados. Contradicciones de una urbe que no se caracteriza por su hospitalidad. Impersonal aunque con muchas posibilidades. Como tomar café dentro del H&M más grande de Europa. Y es que, aunque suene a capitalista, también lo añado a las nuevas experiencias. Por cierto, foto para Instagram de la vida en directo. Antes, vermut zaragozano en el Raval. Ya sábado tarde. Tranquilidad casera. Escritura, aroma a sándalo, una infusión "todo está bien". Alguna llamada. Y recapitular las últimas horas. Pararse, escucharse, observar con distancia. Cruzarse con una bicicleta que atraviesa el barrio. Nexos que no son tal. Buscar mi sitio en el gym. Y seguir descubriendo. Trenes de cercanías que te llevan a nuevos parajes. Tal vez, improvisados. Tras sólo ojear unas cuantas imágenes en Google. Y ver el mar. Tan cerca y olvidado. Porque las distancias las marcamos nosotros...