Sirenas en el Raval. Tras mirar y remirar la Web, acabo comprando un billete de tren. ¡Otro más! Como escribo en mi cuenta de Instagram, "vivo en el AVE entre BCN y ZGZ". Ya queda poco para comenzar la nueva temporada. Y no es que necesite otras 5 semanas de vacaciones; es que la decisión está tomada y no quiero volver allá. Veremos qué depara septiembre. Mientras, coloco imanes en mi nevera, subo fotos y explico mis aventuras veraniegas; caminar en chanclas por un camino de cabras hasta una cala abarrotada, pedir un café en un inglés de vergüenza ajena cuando la camarera era española o olvidar la maleta en un tren de cercanías. Y me quedo con un instante; caminar sin rumbo por las calles de otro país, sin conexión de datos en el móvil y sin entender el idioma que hablaban a mi alrededor. En una sola frase hay tres "sin". Tal vez, el truco sea simplificarse la vida. ¡Ahora me toca trasmitir este mensaje! Porque me histerizan los "puntos muertos" y la inte