Cuando... sabes que un amigo ha estado al borde de la muerte, te despides de Alejandro, tu otro yo durante 9 meses, cuando te reencuentras con excompañeros de trabajo, tu piso vuelve a la normalidad y planteas soluciones intermedias en el trabajo, hasta que pueda ejecutarse esa decisión tomada. Cuando te das cuenta que te sigue atrayendo, tienes que sustituir quedar por hablar por el móvil y esa amiga te dice que se divorcia. Cuando tienes que aprender a no hacer nada, examinan cómo se encuentra tu corazón y recuerdas que, hace un año, estabas en Fuerteventura. Cuando...
Se llama Samiramis y lee las cartas en un bar de la calle de Ávila, cerca de las calles de prostitución del zaragozano barrio de Salamanca. El local, cutre, intenta reflejar un aire sirio que no va más allá de los dulces colocados en una vitrina, y de una pegatina con el nombre del país, cuyas letras están pintadas con los colores de la bandera. Es sábado por la mañana y la futuróloga tiene poca clientela. Mientras se espera, se pide en la barra algo para tomar, y se coge la vez. “La última es esa señora”, dice la camarera, muy maquillada, con jersey de cuello alto y foulard con estampado de leopardo, y gorro de lana en la cabeza. Samiramis es muy conocida en la ciudad, y frente a ella, y gracias al boca a boca, se sienta un público variopinto que ansía saber qué va a ocurrir en sus vidas. Pasados unos minutos, una amiga y yo estamos ya frente a la silla de la adivinadora. Por cierto, a punto de irnos. Son los nervios del momento. Observamos un cartel que prohíbe comer chicle, y otro q
Muchas cosas tienes en la cabeza primo :(
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