Lo supimos años después. Aquel viaje a Londres no fue turístico. Mónica viajó a una clínica para desprenderse de un proyecto para el que no estaba preparada. La vorágine profesional me sitúa en un nuevo proyecto. Pero no es mi momento. Estoy agotado. Necesito un trabajo que no me haga estar conectado con la parte menos amable de la vida. Nadie sabe que algún día vaya a plantear mi excedencia. Un paréntesis no se sabe si para regresar o no. Siempre se lo habían ocultado. Ella, siempre lo sospechó. Las noticias sobre bebés robados la pusieron en alerta. Las fechas coincidían. Sentía cada vez más evidente que sus padres se habían ido a la tumba con un secreto; el de su adopción. Eran la familia que la sociedad marca como ideal. Una pareja joven, supuestamente enamorada, con dos niños y bien posicionados económicamente. Sin embargo, él llevaba una doble vida. Era gay.