Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2017

Vaivén entre raíles...

Voy en el AVE. Un domingo más. Siempre, cómo ha dicho ella, he vuelto por su cumpleaños. No recuerdo cómo fue 2015. Sí 2014 y 2016. Pasa la vida... Preocupada por mí marcha tailandesa. Yo, con diarrea emocional. Miedo. Anticipación. Nuevas experiencias. Puesta a prueba de mis recursos personales. 21 días... Expectación. Muestras de cariño. Mis amigos, un pilar sólido. Marcho con un 75% de algo presente o que condiciona mi vida. Últimos 15 días frenéticos. Stop en forma de billete. Y todo llega... Reencuentros, despedidas, transformar relaciones. Leo que "las personas son eternas, las conductas puntuales". No suelo escribir a mano. Prefiero el teclado. El vaivén entre raíles tampoco ayuda. Asiento en diagonal. Maleta rosa, teclea su móvil, rostro triste... Vidas. ¡Viva la vida! Escribo sobre un regalo de mi amiga Vero. Allá por 2011, cuando Barcelona todavía era algo incierto, me decía "sé perfectamente que es lo que tú querías". Frenazo. Mi letra es igual de ilegib

Resumen semanal...

Empiezo la semana tras unos cristales tintados. Llego a un recinto hospitalario y tomo café. Se trata de su entorno laboral. Bata blanca, tarjeta identificativa y salida por recoveco. ¿Amigos? No lo tengo claro. ¿Se trata del premio de consolación? Llego a otro recinto hospitalario. Se trata de mi entorno laboral. Hoy me harán identificarme con un animal. Me da por el mono, con explicación incluida: "No soy amante de los animales, ellos a su rollo y yo al mío. Elijo el mono porque me hace gracia. Además, es un emoticono de WhatsApp que utilizo mucho. El mono es inquieto, va de árbol en árbol. Y yo también me considero inquieto". Y por inquieto, me llaman de otro recinto hospitalario, diferente a los anteriores, para mantener una entrevista de trabajo. Cojo un ALVIA, llego a Zaragoza y voy a ver a mi abuela. Me monto un fin de semana, en mitad de la semana. Algo desubicado al estar de lunes a miércoles. Viaje casi de incógnito. Priorizando encuentros. Y a la vuelta... ambival