AVE de lunes al mediodía que marcaba el punto y final del break veraniego más breve (por decisión propia) de los últimos 5 años. Un día en el que tu madre pasa por Barcelona, y aprovechas para cenar y ravalear. Un martes con propuesta de ensayo. ¿Qué me deparará el nuevo día? Tal vez, sea esa la pregunta o actitud con la que echarse a la calle. Cena con Montse. Miércoles desayunando "como marquesas" con Mariajo, de visita "reveladora" en Barcelona, jornada laboral en piscina pública y segundo encuentro. Jueves de jornada maratoniana aunque llevable. Agosto significa menor veneno laboral. Y regreso a casa, directo. Viernes de pequeño cumpleaños. Sábado de Coaching, kebab ravalero y paseo en momento TOP. Y el domingo un amanecer acompañado... ¿Dónde hay que firmar para que la vuelta de vacaciones SIEMPRE sea así? Y en un rato, Lion.