Crisis laboral máxima. ¿Es el trabajo tan rehabilitador como yo lo vendo? En un curso de bioética me decían el lunes que "un trabajo puede crearte un trastorno que no tienes". Trabajo en un recurso en el que no creo. Trabajo en una empresa que no me gusta. Trabajo con las peores condiciones laborales que he tenido nunca. Trabajo "de lo mío" (algo a lo que daba mucho valor tiempo atrás), pero ahora me considero un "obrero de la farsa social organizada" y un "robot desencantado con la profesión". Y no, no son frases mías. A nivel social, el concepto "trabajo" tiene un halo romántico. Pero, hoy en día, trabajar y ser pobre es compatible. Me preguntaban esta semana si aceptaría un despido pactado. De alguna manera, somos esclavos. Y ser conscientes y vomitarlo, también es terapéutico.