Algo que ni tú mismo entiendes es inexplicable para otros. Y es que, a veces, ocurren cosas que rozan el delirio y cuya coherencia es utopía. Dichas cosas, pueden resultar surrealistas, curiosas y hacen que a otros, por divertidas, nunca se les defraude. Pero quien lo sufre, quien es protagonista, no lo pasa bien. Aunque juegue con fuego y, obviamente, se queme. Tampoco hay nada objetivable en su comportamiento. Ni nada que haya que juzgar. Ante una misma situación, cada uno de nosotros reaccionaría de manera diferente. Incluso esas cosas que rozan el delirio y cuya coherencia es utopía, son así porque los implicados se encuentran en tempos distintos, con puntos de vista díficiles de consensuar. Y pueden pasar meses, incluso años, sin que dichos tempos vayan al unísono, y sólo suenen repitiendo, a modo de disco rayado, el mismo contenido. Pero, si cabe, aún más loco. Porque todo cambia, también los proyectos de vida. De hecho, la vida, como los huevos de chocolate, da sorpresas...aunq