Saltan chispas en mi entorno cuando soy crítico con Zaragoza. Mi ciudad, la ciudad en la que viví durante 26 años, y con la que poco me identifico. Es así, no lo niego y siempre lo digo. Parezca bien o no. Eso sí; de vez en cuando es necesario regresar. Estar en tu entorno, con los tuyos, coger aire y volver. Normalmente, son escapadas estresantes: kilométros en ALSA, escasas 48 horas y compromisos varios. Esta, será una visita algo más larga, preventiva, de familiares más estables, y de ver a amigos a los que te apetece contar y que te cuenten. Una visita más optimista, con fecha de vuelta y proyectos a la espera, en la que brindaré en El Tubo por todo aquello que está por llegar. ¡Feliz fin de semana!