A veces, las circunstancias obligan a transitar por un mismo camino. Aquel por el que anduviste años atrás, y que te llevaban a la Universidad, a un antiguo trabajo o, simplemente, a casa. Un tramo que llegaste a conocer palmo a palmo, y que sigue así, sin alteraciones. Y ahora vuelves a pisarlo. Aunque aquel camino dejó de ser tuyo hace ya mucho tiempo.