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Mostrando entradas de octubre, 2010

Concentración en Zaragoza de los alumnos de Periodismo

Mis, hasta hace unos meses, compañeros de Facultad se concentran hoy para protestar por las carencias que sufre el grado de Periodismo, de la Universidad de Zaragoza. Alegan, principalmente, falta de profesorado. Pero la precariedad ha sido la tónica general de esta titulación, desde que se implantara en el curso 2008/09. Falta de profesorado, docentes reciclados de otras titulaciones, ausencia de acceso a prensa ni a agencias de noticias, prácticas en plató en una cutre cadena local, ante la inexistencia de un plató de televisión, montaje de piezas en programas informáticos caseros, cambios de horario de asignaturas sin justificación aparente, y un largo etcétera para un clima en el que, por parte de los responsables universitarios, sólo se habla de "buena voluntad", sin que lleguen las soluciones. Parece que la paciencia se ha agotado, y de ahí la concentración en las puertas del Paraninfo. Otros, decidimos tomar nuevo rumbo y no nos sorprende lo que se cuece. Sin duda, una

El triunfo, a veces, del amor

Iglesia, invitados, novios, padrinos, sermón, alianzas, lecturas, lágrimas, testigos, enhorabuenas, besos, serpentinas, fotos, limusina, posados, sequito, miradas, alfombra roja, cava, convite, ¡vivan los novios!, tarta, regalos, baile, barra libre... y sobre todo, el triunfo del amor . Estos podrían ser los ingredientes de una boda. La cúspide de parte de una biografía conjunta, con muchas líneas por escribir. Pero el fracaso, a veces es más común que el triunfo. Y no hablamos de separaciones o divorcios. Y es que el amor, a veces, no llega ni siquiera a cuajar. Porque una persona encuentra a otra, pero antes de conocerla más, o acabar enamorándose opta por desaparecer. Por poner punto y final, a una historia que pintaba bien, dejando muchos interrogantes abiertos. Una actitud, tal vez egoísta, en la que puede la razón. Un freno a los sentimientos, que puede ocurrir por múltples causas. Eso sí, los hechos hablan por sí solos. Las palabras, las devora el viento.