Dos meses ya del tren hacia la Nochebuena. Un tiempo de muchas idas y venidas porque, hay un lugar, al que siempre regresamos. Aunque sean fugaces, ayudan a compartir roturas, plantones, conexiones en directo, lapsus de memoria, conjeturas laborales, soledad urbana, anécdotas de cama, pérdidas, obligaciones venideras, y todo aquello que forma "parte de ti".