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Mostrando entradas de agosto, 2016

5 semanas

Sirenas en el Raval. Tras mirar y remirar la Web, acabo comprando un billete de tren. ¡Otro más! Como escribo en mi cuenta de Instagram, "vivo en el AVE entre BCN y ZGZ". Ya queda poco para comenzar la nueva temporada. Y no es que necesite otras 5 semanas de vacaciones; es que la decisión está tomada y no quiero volver allá. Veremos qué depara septiembre. Mientras, coloco imanes en mi nevera, subo fotos y explico mis aventuras veraniegas; caminar en chanclas por un camino de cabras hasta una cala abarrotada, pedir un café en un inglés de vergüenza ajena cuando la camarera era española o olvidar la maleta en un tren de cercanías. Y me quedo con un instante; caminar sin rumbo por las calles de otro país, sin conexión de datos en el móvil y sin entender el idioma que hablaban a mi alrededor. En una sola frase hay tres "sin". Tal vez, el truco sea simplificarse la vida. ¡Ahora me toca trasmitir este mensaje! Porque me histerizan los "puntos muertos" y la inte

Retorno CB

Desayuno con una periodista a la que voy a buscar a la puerta de una clínica. Y nos entendemos. Muchas veces, nuestra vida está en el AVE. Ayer, cogí un taxi a lo Mónica Naranjo y perdí las gafas naranjas con las que comencé los 32. ¡Las he recuperado! Iba a una visita fugaz a urgencias, el tiempo suficiente para el despertar de los fantasmas. Y hoy, tomo café con vistas al símbolo de Zaragoza: la basílica del Pilar. Me explica, aunque prefiero no entrar en detalles, que ha sufrido una ruptura tras cuatro años y medio de convivencia, y que ése es su nuevo hogar. Mañana, vuelvo a la Costa Brava. Allí estuve con Judith hace dos veranos. Visité Rosas, localidad a la que volvería tan sólo un mes después con otra compañía. Allí abrí mi cuenta de Instagram y, desde hace 24 meses, ya he subido 600 fotos. Las imágenes reflejan momentos felices del pasado. Pues nada, a hacer la maleta. Necesito "abrir los ojos y mirar". Cambiar de escenario para palpar la esencia de las vacaciones, A

Mariposas vacacionales

Masaje de regalo. ¡Y nada como tener tiempo! Una decepción, un cambio profesional y un despacho compartido. Un "confiar en la vida" que le trajo algo mejor. Tras relajarme, charleta. Porque sí, se nota que vivo solo. Cuando llego a casa tengo tres opciones; hablar conmigo mismo (muy terapéutico), por teléfono o con las plantas. Y el masaje me da ideas. Los TS tenemos mucho que aportar, también a nivel privado. Y cree verme preparado para dar un salto. Por cierto; se confiesa y me explica que ella ya no caza mariposas. Se dedica a cuidar su jardín. Plantas diversas, en formas, olores y colores. Hasta que una mariposa, decida quedarse en él. ¡No interesan las que van de flor en flor! Pero ni siquiera controlamos nuestro propio vuelo.